El transporte de materiales es esencial en muchas industrias, desde la que necesita mover café o cereales de una fase a otra de la planta de procesamiento hasta la que traslada gas natural, petróleo crudo o productos refinados desde la planta de extracción hasta los puntos de distribución. Cada método tiene sus ventajas e inconvenientes, y en este post presentamos el que usa el vacío para generar una diferencia de presión para hacer fluir lo que transporta de forma eficiente y segura.
Última modificación: 26 septiembre 2023
Son muchas las industrias que tienen la necesidad de mover materiales de manera eficiente y segura en sus instalaciones. La industria farmacéutica, por ejemplo, necesita mover grandes cantidades de ingredientes en polvo, en líquido o en gránulos garantizando que no se contaminen con otros materiales que comprometan su seguridad y eficacia; las plantas energéticas deben transportar gas y gasolina desde las plantas de extracción hasta los lugares de distribución, y la industria de los plásticos, como hemos explicado en posts anteriores en este blog, requieren mover pellets, polvos o gránulos entre diferentes etapas de producción. Y sólo son tres de los muchísimos materiales e industrias que dependen de sistemas de transporte especializados y adecuados para sus operaciones específicas.
Existen una amplia variedad de métodos para llevar a cabo este traslado, que debe evitar que el material se dañe o se pierda por el camino, como los transportadores con cinta, usados, por ejemplo, en la industria minera, en la agricultura o en gran cantidad de fábricas, o los que usan rodillos, típicos de industrias como las de embalaje, entre muchos otros. Sin embargo, hay un tipo de materiales, especialmente los que son sensibles a la contaminación (que los puede hacer más inseguros o perder sus propiedades), los que deben manejarse con un cuidado especial o los que precisan un transporte rápido en distancias cortas que suponen inconvenientes importantes al transportarse mediante estos sistemas. Estos inconvenientes pueden solucionarse incorporando el vacío en el proceso. En este post hablaremos del transporte por vacío.
El transporte por vacío está muy relacionado con el transporte neumático, del que hablamos en este post, pero no son exactamente lo mismo. El transporte por vacío es una forma de transporte neumático, que puede usar tanto presión positiva como vacío. El transporte neumático que hace uso de la presión positiva usa aire que se ha comprimido previamente para propulsar los materiales a través de la línea de transporte, mientras que el que usa vacío succiona el aire para generar un espacio prácticamente sin materia (vacío) y así mover los materiales.
Como podremos imaginar, al poder usar presión o vacío, el transporte neumático es más versátil que el transporte sólo por vacío. La industria alimentaria, la minería, la construcción, etc., suelen beneficiarse del transporte neumático. Por otro lado, usando presión y vacío se puede trasladar materiales a grandes distancias y velocidades elevadas, mientras que el transporte por vacío suele operar a distancias más cortas y con velocidades más bajas.
El transporte por vacío es útil sobre todo cuando se necesita transportar materiales delicados o sensibles a la contaminación, ya que al eliminarse la mayor parte de moléculas de aire de los espacios en la línea de transporte se minimiza la exposición a los efectos nocivos del oxígeno y otros gases atmosféricos.
Como ocurre en la mayoría de procesos que describimos en este blog, el transporte por vacío puede tener etapas y procedimientos diferenciados según la aplicación, pero hay una serie de pasos comunes que podemos detallar, antes de presentar algunas peculiaridades según para qué se use:
El material a recoger puede estar en un contenedor, una tolva (es decir, un depósito que suele ser en forma de embudo que almacena materiales a granel para descargarlos de forma controlada a través de una abertura en su parte inferior), una estación de descarga de sacos, etc. En ese punto de recogida se encuentra una sonda o varilla de succión introducida en el material.
Para transportar el material a través de esa sonda o varilla de succión, se activa una bomba de vacío, que vacía de materia la línea de transporte (la manguera o tubo conectados a esa varilla o sonda) creando una presión negativa, que hace que el material sea aspirado desde el contenedor a dentro del sistema. En algunas aplicaciones, esta alimentación tiene lugar continuamente desde una tolva a la línea de transporte, para lo que son necesarias bombas de vacío diseñadas para no pararse nunca, como veremos más adelante.
Al crearse un vacío (ausencia de materia) en el sistema, se genera una diferencia de presión entre el punto de inicio y el punto final de la línea de transporte, que hace que el aire fluya desde el área de mayor presión (con más materia) hacia las de menor presión, propulsado o succionado por ese flujo de aire. La mezcla adecuada de material con el aire de transporte garantiza un desplazamiento del material de manera uniforme, sin que se aglomere en puntos concretos, como puede pasar con otros sistemas.
El final de la línea de transporte suele ser un separador o recipiente en el que se recibe el material y se separa del aire que lo ha transportado mediante filtros o acción ciclónica normalmente, y termina acumulándose en un recipiente, listo para su procesamiento o empaquetado.
En la línea de transporte, una vez vacía de material, el aire se propulsa a la atmósfera o se vuelve a dirigir al comienzo del sistema si se trata de un circuito cerrado, para volver a llevarse a cabo la evacuación para generar la diferencia de presiones que volverá a transportar más material. En algunos sistemas ese aire se filtra para eliminar cualquier partícula fina que pueda ser perjudicial para el proceso antes de recircularlo o evacuarlo.
Como ya hemos avanzado, el transporte por vacío suele ser adecuado para materiales sensibles a la contaminación, que deben tratarse con un cuidado especial y/o que necesiten trasladarse distancias cortas, Pero centrémonos en las ventajas que hacen que el transporte por vacío sea el sistema elegido en estos casos:
Existe un amplio espectro de materiales, aplicaciones e industrias que pueden beneficiarse del transporte por vacío. Algunos ejemplos son:
Existen gran cantidad de materiales que necesitan moverse con la mínima pérdida, contaminación o daño físico, como los cereales (granos de trigo o maíz, arroz), el café, el te, el cacao, etc., en fases como la siembra, la cosecha o el procesamiento (de un almacén a una planta de procesamiento, o entre diferentes etapas dentro de una planta de procesamiento, etc.)
Se trata de una de las industrias que más se benefician de este tipo de transporte, ya que implican materiales en polvos o gránulos que deben ser trasladados sin contaminación que pueda afectar a su seguridad y eficacia. Este transporte puede darse, por ejemplo, desde los laboratorios hasta las plantas de producción y envasado, o dentro de estas mismas plantas en las diferentes fases de producción.
El carbón, el mineral del hierro y metales preciosos como el oro, entre otros, son materiales que se requiere transportar desde los lugares de extracción hasta las plantas de procesamiento para procurar la productividad y la seguridad, y el transporte por vacío hace posible una transferencia eficiente, rápida y minimizando la contaminación y pérdida de estos materiales.
El traslado de petróleo crudo, gas natural y productos refinados como la gasolina desde las plantas de producción hasta los lugares de distribución debe hacerse de forma segura para evitar peligros ambientales y contaminación, por lo que un sistema de vacío y presión puede ser fundamental.
Diferentes fábricas que usan materiales como el caucho, el plástico o el metal necesitan transportarlos en forma de polvos, gránulos, pellets, etc., a otras etapas de producción con el mínimo desperdicio y sin sufrir defectos.
El transporte por vacío requiere equipos de vacío que puedan funcionar de forma continua, que puedan operar con sustancias peligrosas, que puedan manejar vapores, etc. Algunas de las que pueden ser adecuadas según el caso pueden ser las bombas de paletas rotativas, de tornillo, de anillo líquido y de diafragma, entre otras. Contacta con nuestros profesionales en sistemas de vacío para que te asesoren sobre cuál es mejor opción para la aplicación que necesitas, desde equipos individuales hasta sistemas completos con nuestro servicio de llaves en mano.