El plasma es la materia a temperatura tan alta que los electrones son arrancados de los átomos formando un gas ionizado, lo que también se suele denominar “el cuarto estado de la materia”, más allá del sólido, el líquido y el gas. Explicamos su utilidad en la limpieza de superficies y piezas de diferentes industrias.
Última modificación: 13 noviembre 2023
En alguna ocasión en este blog hemos hablado sobre las aplicaciones del vacío en la industria de los semiconductores, concretamente en la fabricación de baterías de litio y otros componentes electrónicos. Sin embargo, las posibilidades que ofrecen el vacío y la presión van todavía más allá. Esta vez hablaremos de cómo permiten eliminar contaminantes en las superficies de los componentes electrónicos de forma eficaz, no dañina y ecológica para mejorar su rendimiento y prolongar su vida útil, mediante un proceso denominado limpieza por plasma. Además, también explicaremos cómo la limpieza por plasma también se usa en sectores como el médico, el farmacéutico o el aeroespacial.
Antes de explicar qué es la limpieza por plasma, quizá es mejor que aclaremos qué es el plasma. En el Plasma Science and Fusion Center del MIT (Massachusetts Institute of Technology) definen el plasma como materia a temperatura tan alta que los electrones son arrancados de los átomos formando un gas ionizado, lo que también se suele denominar “el cuarto estado de la materia”, más allá del sólido, el líquido y el gas. Como sabemos, al calentar un líquido, hierve y se transforma en gas; pues bien, al calentar un gas a temperaturas muy elevadas, se forma un plasma, a lo que en el MIT se refieren como “una sopa de partículas cargadas positivamente (iones) y partículas cargadas negativamente (electrones)”.
El plasma permite, entre otras aplicaciones que se están investigando, fabricar chips de ordenador y limpiar el medio ambiente.
Como tal vez habremos pensado, lograr las altas temperaturas que requiere calentar un gas hasta que se transforma en plasma no es algo fácil, y menos en atmósfera terrestre. Serían necesarios niveles de energía muy elevados que generarían un calentamiento enorme, perjudicial para el medio ambiente. Es aquí donde interviene el vacío. En un entorno libre de materia se suele producir una descarga eléctrica en un gas percusor como el argón, el oxígeno, el nitrógeno o el neón, y en consecuencia los electrones presentes en el gas se aceleran.
Como sabemos por otros posts anteriores el vacío permite que los átomos y las moléculas del gas se muevan más libremente y por lo tanto se espacien mucho más y más rápido, que es lo que ocurre a altas temperaturas, y los electrones acelerados por el campo eléctrico creado por la aplicación del voltaje entre los dos electrodos colisionan con otros átomos y moléculas evitando las partículas neutras, ionizándose de forma más eficiente. El resultado es la creación de un plasma integrado por iones positivos y electrones libres, como ocurre con un tubo de neón.
La limpieza por plasma es un proceso que permite eliminar contaminantes de la superficie de materiales usando gas ionizado, es decir, plasma, que los volatiliza o los convierte en compuestos más volátiles que luego pueden evacuarse de la cámara de vacío en la que se realiza el proceso. Algunos de los contaminantes que puede eliminar el plasma son:
Además, la limpieza por plasma puede tratar la superficie de un material con un objetivo determinado, como hacerlo más hidrofilico o mejorar su adherencia, ya que el plasma modifica químicamente las propiedades superficiales del material.
La limpieza por plasma ofrece algunas ventajas que algunas de sus alternativas, como la limpieza por ultrasonidos, por láser, por CO2, etc., no pueden, como por ejemplo, según el caso:
Según la aplicación para la que se use, la limpieza por plasma puede tener pasos distintos. Sin embargo, algunos pasos suelen ser comunes independientemente de la sofisticación de los equipos y su aplicación:
Se selecciona y se prepara el material o componente a limpiar, y si es necesario, se desmontan o aislan partes que no deben entrar en la cámara de vacío.
El material o componente a limpiar se introduce en la cámara de vacío, que es un espacio sellado en el que se generará el plasma que entrará en contacto con la superficie.
Para crear el vacío, se usa una bomba que evacúa el aire y los otros gases ambientales dentro de la cámara. De esta manera si reduce la presión y se genera el ambiente controlado que permitirá ionizar el gas percusor que se introducirá a continuación.
Se inyecta en el interior de la cámara un gas o mezcla de gases (argón, oxígeno, nitrógeno, neón), que se ionizarán para lograr el plasma.
Aplicando voltaje en electrodos u ondas de radiofrecuencia, se ioniza el gas precursor, cuyos electrones se acelerarán de la forma que hemos explicado anteriormente.
Al colisionar las partículas se ionizan hasta formar un plasma, que es lo que en el MIT llamaban sopa de iones, electrones y otras especies reactivas.
Las partículas activas del plasma interactúan con la superficie del material y rompen los enlaces de los contaminantes, volatilizándolos o transformándolos en compuestos más volátiles, fáciles de evacuar de la cámara. Esta parte del proceso puede ser de una duración muy variable, de unos minutos a horas, según la dificultad de la limpieza.
Se corta la corriente para detener la generación de plasma y se vuelve a introducir aire o un gas inerte, como el argón, para que la presión de la cámara vuelva a ser la atmosférica.
Si se han transformado los contaminantes en compuestos más volátiles, se evacúan de la cámara mediante una bomba a presión.
Se extrae el material o componente totalmente limpio de la cámara, listo para el siguiente proceso, que puede ser también en condiciones de vacío (por ejemplo, deposición al vacío) para que no vuelvan a depositarse en él nuevos contaminantes.
La limpieza por plasma puede ser útil a una amplia variedad de empresas e industrias, entre otras:
Las bombas que se usan en las cámaras de vacío para limpieza por plasma deben ser compatibles con los gases que se usen para generarlo, alcanzar niveles de vacío que permitan la ionización sin necesidad de elevadas temperaturas, una capacidad de bombeo que haga posible mantener un nivel de vacío concreto y resistencia a la contaminación, ya que en el proceso se pueden generar partículas con las que la bomba debe lidiar.
Algunas de las bombas de vacío adecuadas para la limpieza por plasma pueden ser las de paletas rotativas, que son una de las más versátiles que existen, así como las de pistón, entre otras. En Marpa Vacuum asesoramos a las empresas que requieran llevar a cabo este tipo de limpieza, como las de la industria de los semiconductores, la farmacéutica o la aeronáutica, desde la compra de un equipo hasta la instalación de sistemas llaves en mano.