Existen multitud de productos que se transportan a granel. De hecho, están en un sinfín de acciones de nuestra vida cotidiana, como echar azúcar a un café, beber un vaso de leche o llenar el depósito de gasolina. Para que lleguen a nuestra mesa, el cuenco de nuestra mascota, nuestro depósito, etc., deben transportarse de una forma específica. Explicamos el papel que juega el vacío en ella.
Última modificación: 3 septiembre 2021
El transporte a granel se refiere a un tipo de mercancía que se define por consistir en productos homogéneos en grandes cantidades y sin ningún tipo de empaquetado, sino que es el propio contenedor el que actúa como recipiente. Hay muchos tipos de productos a granel que precisan transporte de un punto a otro, o de varios puntos a otros, alimenticios, farmacéuticos, de construcción… En este post explicaremos cómo se transportan este tipo de productos.
Como hemos avanzado, un producto a granel no viene contenido en ningún tipo de paquete, o lo que es lo mismo, es lo contrario a uno que venga empaquetado, sea en sacos, cajas de cartón, envases de plástico, botellas, latas, barriles… En este caso, la carga se cuenta por unidades.
Al no estar delimitados por paquetes o recipientes, que normalmente se amoldan a las medidas de consumo particulares, los productos a granel se transportan en contenedores lo más grandes posible para poder optimizar la capacidad de carga del producto.
Existen multitud de productos que se transportan a granel. De hecho, están en un sinfín de acciones de nuestra vida cotidiana, como echar azúcar a un café, beber un vaso de leche o llenar el depósito de gasolina. Es por ello que para hacer una relación los dividiremos en varios grupos: los productos a granel alimentarios y los productos a granel no alimentarios; y a su vez, los productos a granel alimentarios podemos dividirlos en dos subgrupos de productos, los que son a granel en formato sólido y que son a granel en formato líquido, como propone este artículo.
A esta última categoría podríamos añadirle un subgrupo adicional, que serían los productos a granel de mercancías potencialmente peligrosas, ya sea por inflamables o por contaminantes. Algunos ejemplos pueden ser: silica, petróleo crudo, carbonato sódico, carbonato cálcico… Este subgrupo suele necesitar cumplir medidas de seguridad especiales que atienden a legislaciones nacionales e internacionales.
Aunque el transporte a granel ha existido desde los inicios de la historia del comercio (las grandes caravanas de camellos de la Ruta de la Seda ya transportaban hace siglos especias, minerales y todo tipo alimentos a granel desde Oriente), la venta al consumidor de productos a granel está experimentando en los últimos año un boom comercial debido a su faceta amable con el medioambiente.
Los productos a granel no requieren la fabricación de envases y es por ello que suponen un ahorro espectacular en términos de packaging en lo que se refiere a plásticos, cartones, papeles y aluminio. Muchos establecimientos están empezando a ofrecer directamente el producto en formato granel para que los consumidores lo recojan, normalmente mediante envases de uso continuado y no de usar y tirar, como recipientes de vidrio, bolsas de tela o de cartón reciclado, cestos de mimbre, etc., como se hacía hace décadas.
Esta práctica se extiende a muchos sectores, desde las infusiones hasta las legumbres y los cereales. No hace mucho tiempo que han aparecido incluso muchas droguerías que suministran productos como el jabón, los desodorantes o incluso las pastas de dientes en formato granel, así como detergentes y productos para la limpieza del hogar. En este post de Iberdrola se explica lo que se puede comprar a granel.
Existen varias formas de transportar los productos a granel para que lleguen a nuestra mesa, nuestro depósito de gasolina, las paredes de ladrillo y cemento de nuestra casa, el cuenco de nuestra mascota y tantos otros lugares de nuestro día a día.
Uno de los transportes más utilizados son los barcos graneleros, que transportan graneles sólidos, que pueden llegar a pesar 200.000 toneladas, y suelen consistir en una sola cubierta móvil con varias escotillas y puertas correderas para vaciarlos. También se usan trenes, camiones o incluso transporte aéreo y, de forma más remota, helicópteros.
Para los graneles líquidos se suelen usar tanques o depósitos diseñados especialmente para este tipo de productos, que pueden ser, como hemos visto antes, alimentarios (aceite vegetal, leche…) y no alimentarios (petróleo…), así como potencialmente peligrosos, sujetos a estrictas medidas de seguridad.
Para descargar estos productos de este tipo de transportes puede usarse adicionalmente un sistema de tuberías, que en el caso de sólidos se denomina transporte neumático, que vemos en este post en nuestro blog.
Quizá muchos tengan presente de forma reciente un tanque lleno de leche a granel en una célebre escena de la serie The Handmaid’s Tale.
El proceso de generación del vacío y las bombas que facilitan su obtención juegan un papel primordial en el transporte de mercancías a granel porque son esenciales para cargar los productos en los grandes contenedores.
¿Acaso nos imaginamos que uno de los enormes contenedores que hemos citado, con, por ejemplo, hasta 20.000 litros de grano de café, se llena y se vacía con un par de operarios cargando la mercancía con palas? Todo lo contrario, el proceso de relleno y vaciado de contenedores se produce con la mínima intervención de personas, mediante bombas de vacío y a presión que permiten que el producto a granel circule de forma fluida por conductos y comunique recipientes de origen y destino.
Debido a la gran diversidad de medios de transportes que se usan para transportar los productos a granel, encontraremos multitud de soluciones adaptadas a cada uno de ellos. Por ejemplo, un gran buque de carga petrolero que transporta cantidades ingentes de crudo a granel dispone en su misma estructura de una sala de máquinas especial que dispone de un sistema de bombeo enorme, que puede llegar a ser mayor que el de una casa unifamiliar. En cambio, otros medios de transporte, como puede ser un camión cisterna mediano lleno de aceite de oliva, utiliza otros tipos de bombas de menor tamaño, y una capacidad de bombeo menor. Los trenes, con sus vagones cisterna, utilizan sistemas muy similares a los de los camiones con el mismo tipo de equipos de vacío y de presión, siempre y cuando la mercancía sea del mismo tipo.
Debido a la gran variedad de modelos de bombas de vacío que existen, cada empresa suele optar por diseñar y construir un sistema a medida en función del tipo de mercancía que transporte y las necesidades de suministro propias. Una empresa que transporta líquidos alimentarios a poca distancia necesita un equipo diferente al de una que transporta sólidos no alimentarios como la caliza a gran distancia. En Marpa Vacuum somos especialistas en obras de ingeniería de vacío que se adaptan a cada caso.